Las responsabilidades principales incluyen el procesamiento diario de rutas de entrega. Esto implica verificar y registrar la información relacionada con cada ruta para asegurar la exactitud en los datos. También se requiere un control exhaustivo de los envases vacíos, así como el registro detallado de cualquier rotura o devolución que se produzca durante el proceso. Es fundamental la gestión de documentos, lo que implica archivar y organizar la documentación relevante para facilitar su acceso y consulta. Adicionalmente, se brindará apoyo general a los departamentos de administración y logística, colaborando en diversas tareas administrativas internas que sean necesarias. La revisión y validación de albaranes también forman parte de las funciones. Se requiere una comunicación directa y efectiva con los choferes y el personal de almacén. Esta comunicación es esencial para resolver dudas, proporcionar información relevante y asegurar la coordinación entre los diferentes equipos involucrados en el proceso.