Buscamos a una persona muy paciente, estable y cariñosa, con capacidad para acompañar a dos peques muy activos sin perder la calma. Nos importa especialmente que sepa poner límites claros y coherentes (sin gritos ni castigos humillantes), sosteniendo las normas con firmeza y buen tono.
Idealmente, que tenga experiencia con niños con alta energía y, si es posible, cierta familiaridad con TDAH/TEA (rutinas, anticipación, instrucciones breves, refuerzo positivo). Que pueda manejar momentos puntuales de desregulación o desobediencia con estrategias respetuosas: redirigir, ofrecer opciones, marcar consecuencias lógicas y mantener la calma.
Nos encaja una persona dinámica que proponga actividades para canalizar energía (parque, juegos de movimiento, manualidades, lectura corta, juegos estructurados) y que sea capaz de llevar la rutina con tranquilidad: meriendas, higiene/ducha, cena y preparación para dormir si hace falta.
También valoramos:
Comunicación: que nos cuente cómo ha ido el rato (qué funcionó y qué no) de forma breve y práctica.
Seguridad y supervisión activa: son movidos, así que necesitamos atención constante.
Constancia: no cambiar normas cada día; nos ayuda alguien que sostenga el “no” con calma.
Respeto: trato afectuoso, sin etiquetas (“eres malo”), sin amenazas.
En resumen: alguien con paciencia + experiencia + energía, con una crianza respetuosa pero firme, que disfrute de niños intensos y pueda ser un apoyo real en casa.
También es importante para nuestra familia que la persona que cuide a nuestros hijos comparta y respete valores de diversidad e inclusión, especialmente LGTBIQ+. Queremos un entorno donde se hable con naturalidad y respeto de distintos tipos de familias, identidades y formas de ser, sin comentarios discriminatorios. Buscamos a alguien con una mirada abierta, respetuosa y libre de prejuicios, que acompañe a los niños desde el cariño y el respeto.