La posición requiere garantizar que el material plástico, tanto de origen post-consumo como industrial, sea recibido, clasificado, procesado y manipulado de forma adecuada. Este proceso se extiende por todas las etapas necesarias para el reciclaje, asegurando que el producto final, ya sea en forma de escama, pellet o granza, cumpla con los más altos estándares de calidad. Además, es fundamental que se respeten y cumplan todas las normativas de seguridad establecidas durante cada fase de la operación. La jornada de trabajo es completa y el tipo de contrato es indefinido, ofreciendo estabilidad y continuidad en las labores.