Captación de nuevos clientes: Identificar y contactar activamente potenciales clientes para ampliar la cartera comercial. Gestión de relaciones comerciales: Establecer vínculos sólidos y duraderos con los clientes, basados en la confianza y el entendimiento de sus necesidades. Atención personalizada: Escuchar y comprender las necesidades de cada cliente para ofrecer soluciones adecuadas y personalizadas. Gestión de cuentas: Administrar de forma eficiente las cuentas asignadas, asegurando un seguimiento continuo y una atención de calidad. Trabajo autónomo y en equipo: Desarrollar la actividad comercial de forma independiente, colaborando también con el equipo para alcanzar objetivos comunes. Multitarea y organización: Manejar simultáneamente diversas tareas relacionadas con la venta, atención al cliente y gestión administrativa. Orientación a resultados: Enfocar las acciones comerciales hacia el logro de objetivos de venta y crecimiento del negocio propio. Desarrollo profesional: Participar en procesos de formación y mejora continua para potenciar el crecimiento dentro de la organización.