La función principal implica la conducción de vehículos funerarios para efectuar traslados, tanto dentro de la localidad como a nivel regional y nacional. También se encargará de la recogida y preparación de las personas fallecidas, así como del manejo del horno crematorio. El puesto incluye la responsabilidad del mantenimiento y la limpieza tanto del vehículo como de las instalaciones. Para este rol se requiere tener la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Es necesario contar con conocimientos básicos de informática y de conducción de vehículos, además de poseer un permiso de conducir tipo B válido. La disponibilidad para trabajar en diferentes turnos, incluyendo fines de semana y días festivos, es fundamental. Se ofrece un contrato laboral de carácter indefinido con una jornada completa distribuida en turnos. La remuneración anual bruta se establece en 24.000 euros.