El jefe de partida se encarga de supervisar y controlar todas las actividades relacionadas con la sección de cocina que le sea asignada. Esto se realiza bajo la dirección del jefe de cocina, asegurando que todo se ejecute de manera eficiente y cumpliendo con los estándares de calidad establecidos. Además de las tareas propias de un cocinero, el jefe de partida participa activamente en la gestión de los suministros, incluyendo el control de la recepción, la conservación y el almacenamiento adecuados de las mercancías. Esto garantiza que los ingredientes estén siempre en óptimas condiciones para su uso. También es responsable de elaborar informes detallados sobre la gestión de los recursos y los procesos dentro de su sección. Asimismo, colabora en la formación y el desarrollo del personal a su cargo, transmitiendo sus conocimientos y habilidades para asegurar un equipo de cocina altamente capacitado.