Buscamos un perfil que no encaje en la caja clásica del CTO corporativo. No queremos al que piensa en sprints, dailies y burndown charts. Esta persona es otra cosa.
Es un constructor moderno, mezcla de hacker productivo, arquitecto de soluciones distribuidas y maestro del stack AI-first. No sólo conoce OpenAI, sino que lo vive. Integra APIs, conecta flujos con N8N o Make, automatiza con Lovable, y encuentra siempre formas más rápidas e inteligentes de construir. No gestiona equipos grandes, pero sabe coordinar un ecosistema de freelancers y microservicios, sabe cuándo delegar y cuándo construir él mismo.
Trabaja en capas:
front, back, APIs, scraping, automatización, productividad. Usa Copilot como extensión natural de su cerebro. Crea MVPs en días, no semanas. Tiene sensibilidad por el producto, pero ama la ejecución. No necesita que le digan cómo hacerlo, entiende el problema y encuentra un camino. Uno que probablemente nadie más vio.
No es un CTO tradicional. Es un orquestador de herramientas modernas, un generador de ventaja asimétrica tecnológica. Es quien hace que el resto de la compañía se pregunte:
“¿Cómo hizo esto tan rápido?”