Las funciones principales del puesto incluyen la preparación y administración de medicamentos a los residentes, siempre siguiendo las indicaciones y tratamientos establecidos por los médicos. También se colabora en la evaluación inicial y continua de cada persona, identificando sus necesidades y requerimientos específicos. Es importante la supervisión constante y la organización del material de enfermería, así como el mantenimiento adecuado de la farmacia interna. Para optar a esta posición, se requiere contar con diplomatura o grado en enfermería, además de un curso de especialización en enfermería geriátrica o gerontológica. Se valorará positivamente la experiencia previa en atención primaria, hospitales o residencias de personas mayores. Se ofrece un contrato temporal de 6 meses, con la posibilidad de convertirse en indefinido, jornada completa y turnos rotativos de mañana (7:00 a 15:00) y tarde (14:00 a 22:00). El salario se determinará según el Convenio Colectivo Estatal del sector.