Diseño y ejecución de programas: Crear y desarrollar un calendario de actividades lúdicas, culturales, educativas y terapéuticas adaptadas a las necesidades e intereses de los residentes (talleres de memoria, gimnasia suave, manualidades, música, juegos de mesa, celebraciones, salidas, etc.).
Dinamización grupal: Promover la participación activa de los residentes en las actividades, fomentando la interacción social y el espíritu de comunidad.
Atención individualizada: Identificar necesidades individuales y ofrecer apoyo emocional y social cuando sea necesario.
Coordinación: Colaborar estrechamente con el equipo multidisciplinar de la residencia (médicos, enfermeras, terapeutas, auxiliares) para asegurar una atención integral.
Evaluación y seguimiento: Realizar un seguimiento de la participación y el impacto de las actividades, ajustando la programación según los resultados.
Gestión de recursos: Mantener el material necesario para las actividades y proponer nuevas adquisiciones.