El trabajo consiste en guiar, acompañar y apoyar a las mujeres que viven en la casa de acogida. El objetivo principal es ayudarles a lograr la mayor independencia, integración y superación personal posible. Esto se consigue creando y potenciando sus habilidades personales, maternales y de relación.
Para este puesto, se requiere una titulación universitaria en educación social o una habilitación por el colegio oficial de educación social. También es importante contar con formación relacionada con temas como la mujer, la igualdad, la violencia de género y doméstica, la extranjería, las habilidades sociales, la intervención con menores y la resolución de conflictos.
Esta es una posición temporal de jornada completa, con turnos rotativos. El contrato es de dos meses. El salario se define según el convenio colectivo aplicable.