Gestionar la infraestructura tecnológica.
Asegurar la seguridad de los datos y sistemas, alinear la tecnología con los objetivos empresariales, supervisar equipos y presupuestos, e implementar y mantener los sistemas informáticos necesarios para el funcionamiento de la organización.
Asegurar que la tecnología agregue valor y apoya el crecimiento y los objetivos de la empresa.