Las funciones principales incluyen la planificación, ejecución y valoración de proyectos de intervención socioeducativa. Esto implica la creación de programas personalizados para cada individuo, adaptando las estrategias a sus necesidades específicas. Además, se ofrece soporte psicosocial para ayudar a las personas a superar sus dificultades. El puesto requiere experiencia en intervención familiar y mediación en situaciones de conflicto. También es importante la capacidad de fomentar la participación social a través de actividades dinámicas y atractivas. Se busca un perfil con formación en educación social, trabajo social, pedagogía o psicología. Es imprescindible contar con experiencia demostrable en el trabajo con adolescentes, jóvenes y sus familias, especialmente en el ámbito de la salud mental. Se ofrece contrato indefinido a jornada completa, con un salario de 21.250 euros brutos anuales.