La profesión de analista clínico es crucial para garantizar la calidad del diagnóstico en un laboratorio clínico de alta actividad.
Se requiere supervisión técnica de áreas como bioquímica, hematología, inmunología, microbiología y biología molecular.
Colaborar con personal médico solicitante aportando asesoramiento científico y clínico es una oportunidad para crecer profesionalmente.
Para realizar esta función es importante tener formación continua y acceso a tecnologías punteras y entornos automatizados.
En este rol se trabaja con un equipo comprometido con la excelencia diagnóstica, la trazabilidad y la seguridad.
Requisitos: Titulación en Medicina, Farmacia, Biología, Bioquímica o similares. Especialidad vía MIR o BIR en Análisis Clínicos o Bioquímica Clínica (imprescindible), Farmacia y Química.