Conducción de vehículos especializados en el transporte de mercancías peligrosas. Esta labor implica una gran responsabilidad y atención al detalle para garantizar la seguridad durante todo el trayecto.
Es fundamental revisar minuciosamente el estado del vehículo antes de iniciar cada viaje, asegurándose de que todos los componentes funcionen correctamente y cumplan con las normativas de seguridad. Además, se debe prestar especial atención a la correcta carga de la mercancía, siguiendo los protocolos establecidos para evitar cualquier incidente.
Parte importante del trabajo es completar la documentación requerida para el transporte de mercancías peligrosas, asegurándose de que todos los permisos y registros estén en orden y disponibles para su inspección en caso de ser necesario.