Las tareas principales incluyen la preparación de alimentos. Esto implica lavar, pelar y cortar verduras frescas, así como mezclar ingredientes para diversas recetas. También se requiere preparar pescado, como desescamarlo, y picar carne según las necesidades de la cocina. Es fundamental mantener la limpieza en todo momento. Esto significa asegurar que los utensilios de cocina estén siempre limpios y ordenados, y que el área de trabajo se mantenga impecable para garantizar la higiene y seguridad alimentaria. Se ofrece un contrato fijo/discontinuo, ideal para la temporada de Semana Santa y el verano. El trabajo es a jornada completa, de lunes a domingos, con los días de descanso que marca la ley. El salario se basa en lo establecido por el convenio colectivo. La incorporación al puesto es inmediata.